Sabía que nada había cambiado, pero sin embargo se me volvió a llenar la cabeza de ilusiones. Si esa es tu decisión me parece bien. Trátala como si no los necesitara y que no te merece. Aliméntala con la misma mierda que me hiciste comer a mí.
Y encuanto a mí... Olvídate del coche fúnebre porque nunca moriré, así que bombardea cuando quieras, lo estoy esperando, se aguantar mucho mejor que tu los golpes.
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